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Una porción más grande de la torta

Los donantes prometieron aumentar la financiación directa a las organizaciones locales y nacionales.

LA medida de aumentar la financiación directa a las organizaciones humanitarias locales se produce a raíz de la creciente atención internacional que se presta al desequilibrio financiero existente entre actores internacionales y actores locales, pese a las ventajas que presentan las organizaciones locales para prestar ayuda en las comunidades afectadas.

El Informe Mundial sobre Desastres de la Federación Internacional de 2015, por ejemplo, llegó a la conclusión de que el actual régimen de donantes favorece a los actores internacionales, como los organismos de Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales internacionales (ONG), dejando a los gobiernos nacionales y las ONG locales con una tajada de la torta mucho más pequeña.

No se sabe con precisión cuánto más pequeña es. La mejor estimación disponible de los fondos canalizados directamente a los grupos humanitarios de primera intervención locales y nacionales fue, el año pasado, del 0,2%, aunque se reconoce, en general, que este porcentaje no da un panorama completo de la situación. Incluso Development Initiatives, el grupo de expertos del Reino Unido que llegó a este cálculo, precisa que el porcentaje real de fondos que estos grupos reciben es probablemente muy superior. “Es nuestra mejor estimación de lo que las ONG locales y nacionales obtienen directamente de acuerdo con los datos disponibles en la actualidad”, dice Sophia Swithern, jefa de investigación y análisis de Development Initiatives.

Según Swithern, el porcentaje, que asciende a 0,5% en 2016, solo refleja los fondos que se comunican por medio del Servicio de Supervisión Financiera de Naciones Unidas, al cual no todos los donantes y organizaciones presentan un informe completo. Este servicio capta solo lo que se asigna directamente, y no lo que se destina a las organizaciones locales y nacionales indirectamente por conducto de otros asociados. “Es indispensable mejorar el sistema de rastreo para que podamos tener una idea precisa de lo que reciben finalmente estas ONG locales y de la longitud de las cadenas de transacción”, asegura.

Sin embargo, algunos donantes hacen sus propios cálculos del monto de ayuda  humanitaria que otorgan a las organizacioneslocales y nacionales. En Suecia, la cifra prudencial de Sida es del 12%, mientras que según una evaluación, las ONG locales se hicieron cargo del 6% de la asistencia humanitaria de Noruega a Siria. El Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido coincide en que es necesario dar más fondos a los grupos de primera intervención locales y nacionales, y apoya el objetivo del 25%, pero no sabe cuánto obtienen actualmente las organizaciones locales. Tampoco Dinamarca lo sabe.

¿Eliminar los intermediarios?

Son muchas las razones del desequilibrio en la financiación. Es prácticamente imposible para las organizaciones locales con escasa capacidad administrativa cumplir las normas estrictas de presentación de informes cuyo objetivo es facilitar una contabilidad básica a los contribuyentes de los países donantes y prevenir la corrupción o la financiación de organizaciones consideradas “terroristas”. Como resultado, los donantes utilizan a las organizaciones internacionales como intermediarios, los cuales se quedan con un porcentaje de la ayuda en concepto de gastos administrativos.

Algunos afirman que, de esta forma, la ayuda es más cara y menos eficaz. Ahora bien, ¿qué dificultades plantea el envío de dinero en forma más directa a las organizaciones locales? Para los donantes, ello probablemente implique más acuerdos con las organizaciones más pequeñas. En los últimos años, los donantes han buscado deliberadamente disminuir el número de receptores en sus carteras sobre todo para reducir la carga administrativa y la fragmentación de la ayuda. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, por ejemplo, se ha propuesto específicamente reducir el número de acuerdos con los socios de 5.500 a 4.000 durante el próximo año.

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Peter Lundberg, de Sida, por su parte, asegura que en ningún caso Sida canalizará fondos directamente a las organizaciones de primera intervención locales. Los fondos que van a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, por ejemplo, se asignan por medio de la Federación Internacional o la Cruz Roja Sueca. Otras organizaciones locales son financiadas a través de los fondos mancomunados de países concretos administrados por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH). “Hay una sola capa entre nosotros y la ONG local”, dice haciendo referencia a los fondos de la OCAH. En el fondo de Pakistán, dice, se asigna entre el 60 y el 70% del dinero a las organizaciones locales.

El Reino Unido, por su parte, es uno de los tres donantes que apoya a START Network, una asociación administrada por una ONG que destina casi la mitad de sus recursos a las organizaciones de primera intervención locales y nacionales. También puso en marcha el año pasado un programa de preparación para desastres con una financiación de 53 millones de dólares para mejorar la capacidad de las ONG locales y nacionales. En lugar de transferir fondos directamente, el Reino Unido quiere alcanzar el objetivo del 25% apoyando los esfuerzos de las organizaciones no gubernamentales internacionales y de Naciones Unidas para suministrar más fondos a los asociados nacionales y locales.

Del mismo modo, Dinamarca reconoce las ventajas de las organizaciones locales y defiende el objetivo general de incrementar el apoyo a las organizaciones de primera intervención locales y nacionales. Pero la administración danesa encargada de la ayuda carece de la capacidad para aplicar el nivel de control que la financiación directa a los grupos locales exigiría, según explica Stephan Schönemann del Ministerio de Relaciones Exteriores danés.

A pesar de las limitaciones de los donantes, algunos arguyen que la fuerte dependencia que sigue habiendo de las organizaciones internacionales es simplemente indefendible. Una evaluación de la ayuda humanitaria de Dinamarca realizada por ITAD, una organización de vigilancia de la ayuda con sede en el Reino Unido, se pregunta por qué gran parte de la ayuda de Dinamarca se canaliza a través de las organizaciones de Naciones Unidas. Estas organizaciones no actúan directamente, a menudo son más lentas que las ONG en prestar ayuda humanitaria y sus asociados de ejecución tienen costos de transacción muy elevados”, asegura ITAD.

Las organizaciones internacionales deberían más bien facilitar el trabajo de otras personas y no llegar con material caro y salarios altos cada vez que se produce una crisis, dice Christina Bennett, investigadora del Instituto de Desarrollo de Ultramar, organización de investigación de políticas del Reino Unido.

Bennett es autora de un informe reciente en el que se insta a Naciones Unidas y a las grandes ONG internacionales a que dejen de lado el poder y el control y permitan a las organizaciones de ayuda nacionales y locales dirigir la intervención ante las crisis. Una de las dificultades es recaudar fondos para fortalecer la capacidad de las organizaciones locales.

En este razonamiento se apoya el mecanismo de inversión en las Sociedades  Nacionales, cuyo valor es de 50 millones de dólares, que lanzó recientemente la Federación Internacional, lo que permitirá recaudar dinero específicamente para mejorar la capacidad organizativa de las Sociedades Nacionales a fin de que puedan cumplir con los requisitos de control y presentación de informes de los donantes y también buscar nuevas fuentes financieras en el ámbito local y nacional.

Hacer llegar el dinero directamente

El pasado mes de abril, un terremoto de 7,8 en la escala de Richter sacudió la costa central del Ecuador y los servicios de emergencia de la Cruz Roja Ecuatoriana fueron los primeros en llegar al lugar del desastre para ocuparse de los sobrevivientes y brindar primeros auxilios, alimentos, mantas y todo lo que fuera necesario a las víctimas. La Sociedad Nacional no perdió tiempo —recurso esencial— en pedir apoyo. La Federación Internacional hizo un llamamiento de emergencia internacional y la Cruz Roja Ecuatoriana, por su parte, puso en marcha una herramienta en línea que ofrece al público la posibilidad de donar fondos directamente a las organizaciones de ayuda locales.

Esta plataforma de recaudación de fondos en línea también permite a las organizaciones locales llegar a nivel mundial para que se las apoye a través de sus sitios web y medios sociales. A mediados de julio, se habían recaudado más de 660.000 dólares, principalmente gracias a los donativos realizados mediante las redes sociales, sobre todo Twitter, ya que la diáspora ecuatoriana tuiteó una y otra vez el llamamiento.

Mientras el sector humanitario examina la forma de dar mayor apoyo directamente a las organizaciones locales, esta plataforma ofrece una opción interesante, sobre todo en el caso de desastres de pequeña escala, que no captan la atención de los medios. En agosto de 2015, la tormenta tropical Erika golpeó la isla de Dominica en el Caribe occidental causando inundaciones y deslizamientos de tierra, que dejaron 11 muertos y más de 570 personas sin hogar.

La magnitud de la crisis no daba para ocupar los grandes titulares internacionales, pero las necesidades de alojamiento, servicios de salud, agua, saneamiento y promoción de la higiene eran considerables. La Federación Internacional emitió un llamamiento de emergencia y autorizó la transferencia de 171.000 dólares procedentes de su Fondo de Reserva para el Socorro en Casos de Desastre, pero la Sociedad Nacional también recurrió a la plataforma. Después de una semana, la Cruz Roja de Dominica había conseguido cerca de 11.000 dólares y después de un mes la suma reunida era de 51.000 dólares. Si bien la plataforma se queda con el 5% en concepto de gastos administrativos, para la Cruz Roja de Dominica no es un precio caro dado que no habría recibido de otra forma estos donativos.

La Federación Internacional ha colaborado con la Cruz Roja Suiza y con la plataforma para promover la recaudación de fondos en línea con las Sociedades Nacionales y por ellas. Hoy 161 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja utilizan el sistema, que acepta donativos en más de 80 monedas distintas mediante 20 métodos de pago distintos y funciona en 12 idiomas.

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