Fotografía: Cruz Roja de Myanmar

La utilidad del dinero

Al haber más Sociedades Nacionales que utilizan la asistencia en efectivo en sus intervenciones en casos de emergencia es esencial tener en cuenta la comunicación, la participación de la comunidad y la preparación.

Daw San Thida Tun (arriba) nunca había visto nada igual. “El agua comenzó a subir y pensamos que si no nos íbamos rápidamente no saldríamos con vida de allí”, cuenta del día en que el ciclón Komen azotó el norte y oeste de Myanmar, destruyendo todo el pueblo a su paso. “Así que salimos con lo puesto en un bote”.

San Thida, de 27 años, su marido y su hijo de 5 años sobrevivieron, pero perdieron su casa y todas sus pertenencias. La catástrofe dejó 1.700.000 personas desplazadas temporalmente, casi 450.000 hectáreas de tierras de cultivo inundadas, los suministros de agua contaminados, las letrinas anegadas y los medios de vida dañados o totalmente destruidos.

Dadas las ingentes necesidades de la población, se consideró que la manera más eficaz de ayudarla a recuperarse era mediante donaciones en efectivo incondicionales. Con el apoyo del llamamiento de emergencia de la Federación Internacional, del CICR y de fondos adicionales recaudados a nivel nacional por la Cruz Roja de Myanmar, se distribuyó la asistencia en efectivo en cinco de los 12 estados en los que se llevó a cabo la operación de emergencia.

San Thida utilizó el dinero que recibió para comprar el terreno donde tiene una casa provisoria e hizo construir un pozo. También compró algunos bloques de hormigón para poner los cimientos de una vivienda permanente mientras su familia lograba comprar el resto de los materiales que necesitaba. “Si no hubiéramos recibido la donación en efectivo, habríamos pasado momentos muy difíciles”, asegura.

Adquiriendo experiencia

Según un informe de seguimiento de la operación de transferencia monetaria, una gran mayoría de participantes en el proyecto coincidió con la opinión de San Thida: la asistencia en efectivo había repercutido positivamente en la recuperación de la población. Este primer uso generalizado de transferencias monetarias tras un desastre natural hecho por la Cruz Roja de Myanmar ha conseguido resultados gratificantes.

La Sociedad Nacional había utilizado cupones para el ganado después del ciclón Nargis y un proyecto de transferencia monetaria en Rakhine continúa ofreciendo a los propietarios de pequeñas empresas donaciones sujetas a condiciones. Pero, como en muchos países, la asistencia en efectivo en casos de emergencia sigue siendo un concepto nuevo aquí.

Por esta razón, la comunicación y la participación de la comunidad fueron esenciales. Comprender las prácticas y redes de comunicación del lugar permitió a los beneficiarios entender información importante y expresar su opinión en el proceso, según se observa en el informe de seguimiento preparado por la Federación Internacional, la Cruz Roja Americana y la Cruz Roja de Myanmar.

Gracias a la colaboración entre la Cruz Roja de Myanmar y los comités de recuperación locales se pudo identificar y seleccionar a los beneficiarios, ganarse la confianza de la población para recopilar datos y establecer un mecanismo de información y quejas. Los comités también ayudaron a atender las quejas y resolver las diferencias menores entre los beneficiarios.

Los comités locales contribuyeron igualmente a vencer las barreras del idioma, pues no todo el mundo habla birmano, el idioma predominante en Myanmar. Como no todos entendieron las pancartas y carteles que describían el programa y los criterios de selección, los comités locales facilitaron información verbalmente.

El objetivo general era situar a las personas en el centro de la respuesta, proporcionar información oportuna y pertinente, y fomentar la confianza y la responsabilidad mediante la creación de mecanismos que permitieran formular comentarios positivos y negativos. También se creó una línea telefónica para recibir quejas o preguntas, medio que resultó ser muy útil.

Prepararse para recibir dinero en efectivo

Dado que era un programa nuevo puesto en marcha durante la fase de emergencia de la operación de socorro, hubo poco tiempo para capacitar al personal y los voluntarios. Algunos habían recibido una formación previa, pero muchos oían hablar de las transferencias monetarias por primera vez. Entretanto, muchos voluntarios se habían visto ellos mismos afectados por las inundaciones, mientras que otros venían de otras partes de Myanmar. Finalmente, el proyecto salió muy bien, pero todos estos factores dieron lugar a algunas demoras iniciales en la implementación, análisis, distribución, seguimiento y evaluación.

En cuanto a las Sociedades Nacionales que deseen obtener rápidamente dinero en efectivo para las comunidades, el informe de seguimiento les recomienda que hagan una inversión a fin de contar con personal suficiente debidamente capacitado para distribuir la carga de trabajo en forma adecuada. Esta inversión debe realizarse en la fase de preparación para desastres, con participación de la comunidad, para que la comunicación y el compromiso de la comunidad estén asegurados antes de que ocurra una crisis.

Mandy George

Asesora de la delegación de la Federación Internacional en materia de participación y responsabilidad de la comunidad en Myanmar.

Temas relacionados

Transformar vidas entre rejas

En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.

Humanidad sobre ruedas

En Argentina, los puntos móviles de servicios humanitarios no sólo aportan servicios críticos como primeros auxilios, agua, alimentos y ropa de abrigo. Aportan una sensación de seguridad y confianza, que son fundamentales para ayudar a las personas que se desplazan.

Ver también en:

Descubre más historias

Recibe historias que valen la pena compartir

¿Estar al día?

Esto puede interesarte…...

La vida en una zona en crisis

El cambio climático y la guerra crean una mezcla letal que ha estragado durante mucho tiempo parte del Sahel.

Míralo aquí