Habilidades que salvan vidas
Raquel Jaimes, con 14 años de encarcelamiento, expresa su gratitud por la formación recibida. «Hoy sé poner una venda en una herida y puedo hacer reanimación cardiopulmonar. La Cruz Roja Mexicana me ha enseñado a prestar primeros auxilios», comenta. «Ahora puedo enseñárselo a mis hijos y a mis nietos».
El proyecto no sólo imparte conocimientos prácticos, sino que también fomenta un sentimiento de confianza y autosuficiencia. Las PPL aprenden a manejar situaciones de emergencia como infartos, lesiones y accidentes, asegurándose de que están bien preparados para responder con rapidez y eficacia. En el caso de los centros penitenciarios de mujeres, el programa SPAC ofrece cursos específicos de primeros auxilios para recién nacidos, debido a que las madres pueden vivir con sus hijos e hijas hasta los 3 años y 8 meses de edad.