Transformar vidas entre rejas
En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.
Diciembre 2019 |
Reportaje y producción
audiovisual:
Manuel Rueda
Producción:
Irina Ruano
Fotografía:
Bruno Chávez
Peruvian Red Cross
Mientras las inundaciones anuales en la Amazonia se vuelven más extremas, la Cruz Roja Peruana trata de reducir el número de personas afectadas por las crecientes del río mediante la implementación de un nuevo proyecto que cambia el enfoque de la acción humanitaria. La idea es proporcionar asistencia a la población de mayor vulnerabilidad antes de los desastres, a fin de proteger su seguridad y salud durante estos fenómenos climáticos extremos.
“Hemos sido una institución humanitaria enfocada tradicionalmente en responder al impacto de los fenómenos extremos”, dice Kemper Mantilla, coordinador nacional de este proyecto de la Cruz Roja Peruana. “Lo que estamos haciendo ahora es un cambio de paradigma”.
Este nuevo mecanismo, diseñado por la Cruz Roja Alemana y el Centro de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sobre cambio climático, y conocido como Preparación basada en Pronósticos, se ha implementado ya en varios países, desde Bangladesh a Togo.
En Perú, el proyecto se ha puesto en marcha en tres zonas del país que sufren fenómenos climáticos extremos: la costa, que se ve periódicamente azotada por lluvias extremas relacionadas con El Niño, la zona altoandina, donde las comunidades ubicadas a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar sufren anualmente olas de frío y nevadas que afectan a los medios de vida de los pequeños criadores de alpacas, y la zona de la cuenca del Amazonas en torno a Iquitos.
En el caso de los criadores de alpacas, los pronósticos permiten captar fondos para la construcción de refugios y la provisión de medicamentos para el ganado.
Perdemos de 15 a 20 alpacas cada invierno”, dice Flavio Cabana, quien tiene un rebaño de 400 alpacas en la región de Arequipa, al sur del Perú. “Los animales jóvenes son los más propensos a morir de frío”.
El proyecto analiza la información emitida por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú y comunica al personal de la Cruz Roja Peruana alertas sobre los fenómenos extremos que pueden afectar a comunidades vulnerables. Con dicha información, los trabajadores humanitarios tienen más tiempo para preparar y distribuir la ayuda a la gente más necesitada.
“Tratamos de que la información científica llegue lo más rápido posible a los encargados de tomar decisiones” dice Juan Bazo, asesor científico del Centro de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sobre cambio climático, otro asociado clave de los proyectos de la Preparación basada en Pronósticos en todo el mundo.
“La idea es aprovechar esa ventana de tiempo que nos dan los pronósticos meteorológicos para ayudar a las personas más vulnerables”.
Luego de casi un año de la llegada del Huracán Celia a Chiquimula, Guatemala, vecinos de las comunidades afectadas reconocen la ayuda recibida por voluntarios de Cruz Roja Guatemalteca, quienes asistieron a la población pocas horas después de las inundaciones.