Rupali Hemram vive en una pequeña comunidad rural llamada Godagari Upazila Santal, a poco más de 30 kilómetros de la ciudad de Rajshahi, uno de los principales centros comerciales y urbanos de Bangladesh.
En los últimos tiempos, ha tenido que hacer malabarismos para subvenir a las necesidades de la familia, integrada por su marido, sus dos hijos y su suegra, lo que se vuelve cada vez más difícil.
Al igual que muchas familias de bajos ingresos de todo el mundo que han soportado las repercusiones socioeconómicas de la pandemia, la familia de Rupali ha visto agravarse las dificultades que ya tenía.
Para evitar que familias como la de los Rupali se hundan aún más en la pobreza o desarrollen estrategias negativas para superar los muchos obstáculos, la Media Luna Roja de Bangladesh ha entregado a 500 hogares la suma de 2.500 takas (un poco más de 25 dólares) para ayudarles a comprar alimentos, invertir en otros medios de subsistencia y crear otras fuentes de ingresos.
«El dinero que recibí fue una gran ayuda», dice Rupali . «He invertido en la cría de aves de corral y estoy criando patos y gallinas. Vendo huevos a mis vecinos y patos en el mercado local. Con este dinero, puedo contribuir al presupuesto familiar. Además, mi hija ha vuelto a ir a la escuela».
Con el dinero recibido de la Media Luna Roja de Bangladesh, Rupali no solo ha diversificado los ingresos de su familia, sino que además ayuda a las actividades generadoras de ingresos de su marido, Shawpon Beshra, que también es agricultor. Solo con el ingreso que su marido obtenía del trabajo estacional, le hubiera sido casi imposible mantener a su familia de cinco miembros.
Este medio de subsistencia le ha permitido esperar un mejor futuro para sus hijos.