La ruta más peligrosa de Guatemala

La carretera CA-9 es la ruta interoceánica de Guatemala, que conecta al Puerto Quetzal, ubicado a las orillas del océano Pacífico, con Puerto Barrios en el Atlántico. Pero además de ser una de las rutas más transitadas del país, en el norte, la CA-9 es conocida por ser una de las más peligrosas de Guatemala, y desafortunadamente, el año 2022 no fue la excepción.

Según datos oficiales, el tramo norte de esta carretera registró la mayor cantidad de accidentes viales, con un total de 355. Pero detrás de cada uno de esos números hay historias reales, de personas que han visto sus vidas cambiar en un instante debido a un accidente.

Omar Ardón Duarte es una de esas personas. Él tuvo un fuerte accidente en la entrada a Santo Tomás y pasó 22 días en coma. Para él, este lugar fue donde su vida cambió por completo, y es consciente de lo rápido que la vida puede cambiar en un instante: «Un minuto equivale a la vida o la muerte», señala.

Motivados por la tragedia

Tras el accidente de su padre, Roberto Ardón decidió convertirse en voluntario de Cruz Roja Guatemalteca. A pesar de la tragedia, el apoyo y servicio que le brindaron a su padre le motivó a unirse a la organización y desde entonces ha dedicado su tiempo a ayudar a los demás. Lamentablemente, los llamados de emergencia a la sede de Cruz Roja en la localidad no son sorpresa. El cruce a Santo Tomás de Castilla a través de la carretera CA-9 es una de las áreas más transitadas y el riesgo a accidentes es muy alto. “En esta área se viven muchos accidentes, especialmente involucrando motocicletas”, comenta Roberto.

Olimpia de León es actualmente pilota de ambulancia para Cruz Roja Guatemalteca en la delegación de Santo Tomás de Castilla. Al igual que Roberto, Olimpia conoce los riesgos de esta carretera. Su esposo también tuvo un grave accidente, pero en ese entonces no había una delegación de la Cruz Roja y la disponibilidad de ambulancias para trasladarlo al hospital era muy limitada o casi nula. Olimpia entonces decidió trabajar para establecer una sede de la Cruz Roja en la zona. A consideración de los riesgos, el impacto que ha tenido la sede y el trabajo de los voluntarios en la zona ha sido muy positivo.

La clave de los servicios que se brindan en esta localidad está en ser empáticos y sensibles a las necesidades de las personas. «Lo que siempre les recuerdo a los voluntarios es la importancia de poder proveer un servicio de calidad a las personas», explica Yamileth Orellana, interventora de Cruz Roja Guatemalteca en Santo Tomás de Castilla. «Ser empáticos nos va a ayudar a que podamos realizar diversas acciones con lógica y que podamos realizar una acción de bien a las personas».

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Esta historia fue producida por Roberto Ardón,
un talentoso storyteller de Cruz Roja Guatemalteca.