Transformar vidas entre rejas
En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.
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Según el censo de 2012, habitan en Kigogo unas 57.600 personas sobre una superficie de menos de dos kilómetros cuadrados. (El número probablemente sea mucho más alto dado el rápido crecimiento de la población.) Cerca de la mitad de esa superficie, que comprende 4.400 edificios, incluidas cuatro escuelas y un hospital, es propensa a las graves inundaciones estacionales.
No siempre fue así. Inicialmente Kigogo se extendía sobre una colina entre dos valles fluviales, pero el barrio ha ido creciendo hacia las zonas más bajas propensas a las inundaciones. Como las casas improvisadas se construyen en los lechos de los ríos, que se usan también como vertederos de basura, el riesgo de inundación aumenta a un ritmo alarmante.
La falta de canales de drenaje bien construidos ha empeorado la situación de Kigogo, pero gracias al proyecto de mapeo comunitario Dar Ramani Huria, los activistas, los líderes y los urbanistas locales pueden abordar esos problemas de manera mucho más eficaz, pues ahora saben con mayor precisión lo que hay que hacer y dónde.
“Los habitantes pueden usar los mapas para saber lo que está ocurriendo con los ríos, puentes y otras infraestructuras”, explica un voluntario de la Cruz Roja del distrito. “Este sistema nos ha ayudado realmente a conocer mejor Kigogo”.
Para tener una idea de lo que les ha aportado la realización del mapeo, pedimos a algunos voluntarios de la Cruz Roja de Tanzania que nos hicieran un recorrido por Kigogo guiándonos por el mapa. En cada parada, nos explican lo que ven y por qué decidieron poner ese lugar en el mapa.
“Pusimos este lugar en el mapa para mostrar los problemas que afectan al vecindario”, dice Omary, que se encarga de detectar las dificultades que plantean los ríos locales. “Los habitantes aquí se ven muy afectados por las inundaciones y están obligados a reasentarse durante la temporada de lluvias”.
“Este lugar es seguro porque no está en un valle. Las escuelas también están rodeadas por zanjas, hechas por el Programa de Mejoramiento de la Infraestructura Comunitaria (CIUP), un proyecto financiado por el gobierno de la ciudad, el Banco Mundial y otras entidades, para drenar el agua hacia el océano. La zona se ha incluido en el mapa porque las escuelas y la mezquita ofrecen un lugar seguro para la población en momentos de crisis”.
“Este lugar está en el mapa porque la infraestructura está en mal estado”, dice Omary. “Inicialmente, los efectos de las inundaciones no eran tan graves dado que el muro no existía. Después de su construcción, el caudal del río se ha visto reducido y las zanjas de drenaje destruidas”.
Las inundaciones son un problema corriente para los habitantes de esta parte de Kigogo, la mayoría de los cuales come una sola vez al día. “No hay mercado en esta zona -dice Omary- y durante la temporada de lluvias, les es difícil ir al mercado a causa de las inundaciones”.
“Durante la temporada de lluvias, las inundaciones destruyen bienes y, a veces, causan la muerte”, dice Simba, que es uno de los muchos miembros locales de Water Witness International, organización que trabaja para proteger los ríos de la contaminación. “Podemos reparar las zanjas a través de servicios comunitarios para minimizar los efectos de las inundaciones . A mi izquierda, hay una pequeña zanja que fue reparada por el CIUP. La sociedad necesita encontrar la forma de recuperar el curso original del río. Los habitantes no pueden resolver estos problemas solos; necesitamos ayuda del gobierno y voluntarios”.
“Hay escuelas, farmacias, un cementerio y otras instalaciones que pueden ser útiles en tiempo de crisis. Sin embargo, Mapera tiene sus propias dificultades y necesidades. Muchos de sus habitantes, cuyas casas están en mal estado, son ocupantes ilegales”, acota Omary. Es necesario construir infraestructura y mejorar servicios como la recogida de basura.
Se han realizado algunas mejoras como la construcción de nuevas zanjas de drenaje que han sido particularmente eficaces durante la temporada de lluvias. Pero otras necesitan reparación, algo que se puede indicar en el mapa. “Estas zanjas son estrechas y a menudo las destruyen los vehículos”, asegura. Señalar estos problemas en el mapa, dice, ayuda a alertar a las autoridades y a los voluntarios sobre algo que no siempre es obvio. “Entonces, pueden trabajar juntos para reparar o mejorar la infraestructura”.
Expertos examinan los riesgos y las oportunidades para introducir modificaciones que protejan la salud durante el Ramadán, que se ha visto amenazado por el COVID-19.