Fotografía: Ibrahim Sherkhan

El fin de la guerra en Mosul deja cicatrices de por vida

A pesar de haber concluido en julio las operaciones militares en Mosul (Irak), siguen existiendo ingentes necesidades humanitarias tanto para los habitantes de la ciudad como para los más de 800.000 desplazados. Las personas que tratan de regresar a su hogar se ven confrontadas con múltiples dificultades. En los barrios se observan los efectos devastadores de la violencia y miles de casas, cientos de carreteras y puentes, así como las estaciones de abastecimiento de agua, plantas eléctricas, hospitales y escuelas han quedado totalmente destruidos. El CICR ha vuelto a poner en funcionamiento las principales estaciones de bombeo en la parte oriental de Mosul y ha participado en numerosos proyectos en el oeste de la ciudad. A principios de julio, un equipo quirúrgico móvil del CICR que atendía en el Hospital General de Mosul había recibido más de 650 pacientes.

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