Transformar vidas entre rejas
En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.
Eva Turró, bióloga especialista en intervenciones en casos de emergencia para Cruz Roja Española, se abrió camino en el ámbito humanitario a través de la concienciación sobre el vínculo entre la salud y la higiene, un nexo que permite salvar vidas en situaciones de desastres.
Para Eva Turró, la ciencia siempre ha significado mucho más que una profesión. Su pasión por la biología le ha permitido ver el mundo desde una óptica distinta y, a su vez, comprender, respetar y cuidar tanto el medio ambiente como a las personas de su entorno.
Eva nació en el seno de una familia de médicos, y recuerda haber contemplado de niña cómo su abuelo médico se dedicaba a ayudar a numerosas familias en su ciudad natal, Barcelona (España). Si bien la medicina pasó a ser una tradición familiar, Eva decidió estudiar a los seres humanos y su interacción con el mundo a través de una óptica diferente.
“Me pareció una buena idea intentar ayudar a las personas desde una perspectiva biológica”, afirma la señora Turró, que utilizó ese enfoque en su reciente labor en calidad de delegada especialista en intervenciones en casos de emergencia para Cruz Roja Española en Mozambique y Honduras, tras los estragos causados por las tormentas de 2019 y 2020.
Las inundaciones, la destrucción y el caos que ocasionan las fuertes tormentas alteran por completo el ecosistema de los hogares y los vecindarios que sustentan las vidas de los habitantes. De repente, el agua potable se vuelve inaccesible. Las personas ven perturbados sus hábitos de higiene, padecen estrés, hambre y angustia y, en ocasiones, deben refugiarse en casas o alojamientos provisionales junto con muchas otras personas.
Así, se crea un entorno biológico sumamente propenso para la proliferación y propagación de enfermedades y bacterias.
La tarea de Eva consiste en utilizar sus conocimientos sobre las ciencias naturales y los seres humanos para ayudar a las personas en esas situaciones a comprender la ciencia y a adoptar medidas para preservar su seguridad. “Visito las comunidades y allí tengo la oportunidad de explicar hechos desde el punto de vista científico”, afirma. “Explico, por ejemplo, por qué es importante lavarse las manos, por qué es preciso prevenir enfermedades como la diarrea y por qué es importante el tratamiento del agua”.
Los conocimientos de Eva resultan de suma utilidad para ayudar a las comunidades a encontrar o restablecer el acceso al agua potable y a los sistemas de saneamiento, así como para fomentar tácticas encaminadas a prevenir la propagación de enfermedades como la diarrea, el cólera u otras patologías infecciosas.
Si bien su vocación de servicio se manifestó desde temprana edad, el trayecto particular de Eva terminó de definirse cuando decidió recorrer el mundo luego de finalizar sus estudios. En poco tiempo se dio cuenta de que también podía ayudar a las personas lejos de su Barcelona natal, por lo que decidió adentrarse en el mundo humanitario. Una manera de hacerlo consistía en vincular su vocación de servicio con sus conocimientos científicos.
Sus primeras misiones a nivel internacional fueron en calidad de promotora de prácticas de higiene en Mozambique, tras el paso del ciclón Idai en 2019, y en Honduras, después de que los huracanes Eta e Iota azotaran la región de América Central con dos semanas de diferencia, en diciembre de 2020. Ambas tormentas ocasionaron grandes inundaciones que afectaron a más de siete millones de personas.
Sobre su labor en Honduras, Eva relata: “Nos esforzamos por acceder a las comunidades y a los alojamientos provisionales y de emergencia donde las personas se refugiaron después del huracán. No solo emprendimos actividades de sensibilización, sino que también distribuimos kits de higiene menstrual”.
“El hecho de poder escuchar historias de vida de todo el mundo y recorrer cualquier rincón del planeta, no simplemente como turista, sino para ayudar a los demás no tiene precio”. Eva Turró Delegada especialista en intervenciones en casos de emergencia, Cooperación Internacional,
Cruz Roja Española
La formación científica de Eva no solo le permitió transmitir sus conocimientos en materia de biología, sino también aprender de otras personas y forjar vínculos reales con diversos sectores de la población.
“El hecho de poder escuchar historias de vida de todo el mundo y recorrer cualquier rincón del planeta, no simplemente como turista, sino para ayudar a los demás no tiene precio”.
En Argentina, los puntos móviles de servicios humanitarios no sólo aportan servicios críticos como primeros auxilios, agua, alimentos y ropa de abrigo. Aportan una sensación de seguridad y confianza, que son fundamentales para ayudar a las personas que se desplazan.