Transformar vidas entre rejas
En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.
vc_edit_form_fields_attributes_vc_
Es la historia de dos amigos que velan por la salud y el bienestar de cada uno.
En los mejores como en los peores momentos, todos necesitamos un amigo. En este vídeo de la Cruz Roja de Singapur se relata la historia de De Silva Petiyaga Arther Bernard, de 81 años, una de las más de 63.000 personas de edad de Singapur que viven solas.
Durante los últimos dos años, los voluntarios de la Cruz Roja de Singapur han realizado visitas regulares a su casa en el marco del programa ElderAid. «Soy solo. No lo digo para dar lástima, es verdad, es mi vida ”, explica De Silva, que cuenta que los voluntarios lo ayudan a controlar su salud y mejorar su dieta y la calidad de vida. Y desde luego, para los voluntarios, es sumamente importante también. “Estoy muy contenta de compartir mi alegría con él”, asegura Agnes Hlaing Aye, voluntaria de 64 años. «Porque compruebo que cuando hablo, se ríe … eso le alegra el día».
“Estoy muy contenta de compartir mi alegría con él, porque compruebo que cuando hablo, se ríe … eso le alegra el día». Agnes Hlaing Hlaing Aye
Para voluntarios como Sami Rahikainen, es crucial construir confianza con migrantes que llegan a un lugar nuevo en busca de una vida completamente nueva. Esta es su historia.