Transformar vidas entre rejas
En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.
A través de un programa de apoyo psicosocial, voluntarios de Cruz Roja Hondureña reciben apoyo de especialistas para enfrentar el estrés emocional tras responder a emergencias de alta magnitud.
En momentos de emergencias y desastres de gran magnitud, los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Hondureña tienen un rol fundamental para apoyar y asistir a quienes más lo necesitan. Sin embargo, mientras cuidan de otros, también enfrentan desafíos significativos en su salud mental y emocional. Para abordar este problema y asegurar que los voluntarios estén bien equipados para lidiar con el estrés al que se ven expuestos ante situaciones traumáticas, la Cruz Roja ha implementado un programa especial llamado «Cuidando al Cuidador».
Este programa tiene como objetivo principal brindar apoyo psicosocial a los voluntarios de la Cruz Roja Hondureña y equiparles con las habilidades necesarias para enfrentar de una manera saludable y segura la carga emocional que se genera ante situaciones de alta tensión.
«¿Quién cuida al cuidador? o ¿quién socorre al socorrista?”, dice Ángel Celaya, voluntario y psicólogo de Cruz Roja Hondureña. “El equipo de psicólogos de Cruz Roja, a través de este proyecto, ha significado un sostén en lo que se refiere a la salud mental, para que nosotros de manera asertiva podamos adaptarnos a esas situaciones complejas».
A finales de noviembre de 2020, Honduras y otras regiones de América Central y Colombia se enfrentaron con la llegada de los huracanes Eta e Iota. Con más de 7.5 millones de personas afectadas, estos desastres han sido catalogados como dos de las tormentas más fuertes que han azotado la región en las últimas décadas. Particularmente en Honduras, Guatemala y Nicaragua, fueron más de 6 millones las personas afectadas tras las fuertes lluvias. Muchos de ellos perdieron sus hogares, cultivos y medios de vida debido a las inundaciones y deslaves causados por las tormentas.
Con Eta e Iota, el programa «Cuidando al Cuidador» se activó por primera vez. El trabajo de los voluntarios fue crítico para ayudar con evacuaciones y asistencia posterior a los huracanes. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que muchos de ellos son parte de las comunidades afectadas, por lo que la carga emocional es mucho mayor.
En esta ocasión, el programa contó con la participación de más de 2 mil voluntarios de todo el país, quienes recibieron apoyo emocional, herramientas y técnicas para lidiar con el estrés, la ansiedad y la depresión resultantes de las situaciones extremas a las que se enfrentaron al brindar ayuda a la población hondureña.
«Este tema me ayudó mucho, sobre todo con el ‘defusing’”, comenta Dunia Amador, voluntaria de Cruz Roja Hondureña. “Por ejemplo, ¿qué debo hacer después de un episodio traumático? Pues, puedo intentar desconectarme. Cuando hablo de desconectarme, me refiero a platicar con mis compañeros. Y en la parte emocional, es saber que me siento bien, que estoy bien, y cómo cuidarme yo misma».
Cuando sucede una emergencia de alta magnitud, el programa Cuidando al Cuidador se activa y pone a disposición de los voluntarios sesiones con especialistas que les ayudan a proteger su salud mental. Este programa demuestra el compromiso de la Cruz Roja con el bienestar de sus voluntarios, asegurando que estén preparados y protegidos mientras brindan asistencia vital en momentos de crisis.
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Esta historia fue producida por Juergen Ordóñez,
un talentoso storyteller de Cruz Roja Hondureña.
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