Un modelo de ayuda innovador
Pero entonces la Cruz Roja Húngara comenzó a elaborar un plan que cambiaría la vida de Tünde y, al mismo tiempo, la de muchas personas de la zona que estaban pasando por momentos difíciles.
La idea era crear una empresa social sostenible que generara suficientes ingresos para dar a las personas marginadas (con discapacidad mental o física, problemas de salud o que son miembros de grupos étnicos minoritarios) una oportunidad de aprender nuevas habilidades, obtener un ingreso estable y encontrar un lugar al que pertenecer.
El producto que la Cruz Roja Húngara eligió fue el queso de cabra, que se elaboraría en una pequeña fábrica con leche de cabra proveniente de una granja cercana. Para algunos en la región, al principio parecía una idea bastante radical.
“Es la primera granja de cabras aquí en Mezőcsát”, aseguró Tünde. “La gente aquí se sorprendió y aún más por el hecho de que la Cruz Roja estuviera haciendo algo así. En efecto, la Cruz Roja es conocida aquí principalmente por la donación de sangre”.
La quesería y la granja despegaron con fondos del Gobierno húngaro, la Unión Europea y la Cruz Roja Húngara, y después de muchos largos días de trabajo por parte de los empleados de la Cruz Roja, desde la sección local hasta Budapest, se lanzó oficialmente la nueva marca de queso en abril de 2019.
La idea se fraguó entre el personal de la Cruz Roja, que quería explorar nuevas maneras de abordar la labor humanitaria, en las que pudiera encajar una empresa social que creara una forma sostenible de asistencia a los habitantes desfavorecidos de la región, y pudieran así encontrar su propio sustento a largo plazo, en lugar de limitarse a distribuir alimentos u otro tipo de donativos.
Al mismo tiempo, este nuevo modelo de negocio humanitario daría a los consumidores con conciencia social una forma de conectar los alimentos que les gustan con los temas que les importan: perpetuar las tradiciones alimentarias locales, promover la sostenibilidad ambiental y los actos de bondad y solidaridad y, por último pero no por ello menos importante, privilegiar el disfrute de alimentos sabrosos y saludables (todos los quesos de la granja se hacen sin conservantes ni sabores artificiales).
Finalmente, la granja de cabras no solo fue aceptada, sino que despegó. La marca de queso de la Cruz Roja, Kis-Hortobágy Major (enlace a su página de Facebook), lanzada en abril de 2019, ya ha encontrado su lugar en los estantes de los mercados desde Mezőcsát hasta Budapest.